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Foto del escritorJuan Carlos Erdozain Rivera, MBA

EL GRAN PREMIO: UNA HISTORIA DE EMPODERAMIENTO EN EL INSITUTO GUADALUPE INSURGENTES

"Las organizaciones que implementan el empoderamiento logran un mayor compromiso y motivación de los colaboradores, incrementando así la productividad y la eficiencia, la calidad del servicio dado, la capacidad de innovación, adaptación al cambio y la creación de un ambiente laboral más positivo y colaborativo"

EMPODERAMIENTO COMO MOTOR DE CAMBIO

Parafraseando a uno de mis mentores, Ken Blanchard, el empoderamiento es la clave para que las organizaciones puedan adaptarse a los cambios del entorno (interno y externo) y competir eficientemente.


Las empresas e instituciones de hoy viven con la incertidumbre de cómo van a sobrevivir en los años venideros con todos los cambios que se avecinan en el mundo. Me atrevería a señalar que algunas organizaciones perdieron la brújula para seguir la dirección correcta, debido a que no están sabiendo delegar correctamente a los colaboradores, los planes, proyectos, actividades y tareas para lograr los objetivos estratégicos.

No se trata solo de delegar, sino de dar a los colaboradores la autoridad, los recursos y la confianza para tomar decisiones y actuar en beneficio de la organización. El empoderamiento permite aprovechar al máximo el talento y la creatividad de las personas, generando un mayor compromiso y mejores resultados.

Siguiendo la propuesta de Blanchard en su libro “MISSION POSSIBLE”, este gurú del pensamiento estratégico define tres claves para que el proceso de empoderamiento funcione:


La transparencia es esencial para que los colaboradores puedan tomar decisiones informadas y responsables, esto implica compartir la información con todos.

Establecer límites claros y definidos que permitan a las personas actuar con libertad y responsabilidad dentro de un marco establecido, es decir fomentar la autonomía dentro de límites establecidos y negociados.

Los equipos autodirigidos fomentan la colaboración, la creatividad y la toma de decisiones descentralizada, por lo tanto, es necesario reemplazar la jerarquía con equipos autodirigidos.


Sin duda alguna, las empresas e instituciones que realmente implementan el empoderamiento organizacional logran un mayor compromiso y motivación de los colaboradores, incrementando así la productividad y la eficiencia, la calidad del servicio dado, la capacidad de innovación, adaptación al cambio y la creación de un ambiente laboral más positivo y colaborativo

Bajo esta perspectiva del empoderamiento, los líderes deben ser facilitadores y guías, creando un ambiente de confianza y apoyo. Deben delegar autoridad y responsabilidad, permitiendo que los colaboradores tomen decisiones y asuman riesgos. Es crucial que los líderes reconozcan y celebren los logros de sus equipos, fomentando una cultura de empoderamiento.


DESPERTANDO GENIOS: EL DÍA EN QUE MIS ALUMNAS GANARON

64,000 CENTAVITOS Y DESBLOQUEARON SU POTENCIAL A TRAVÉS DEL EMPODERAMIENTO


Siendo profesor de matemáticas allá por el año 1980 en el Colegio Guadalupe Insurgentes, me inquietó observar el potencial desaprovechado de mis alumnas de primer año de secundaria, me preguntaba por qué, a pesar de su capacidad, muchas no lograban sobresalir. La respuesta llegó en forma de una idea innovadora en su momento e inspirada en el aquel entonces popular programa de televisión "El Gran Premio de los 64,000 pesos" hábilmente conducido por Pedro Ferriz Santa Cruz y transmitido por Televisa; era un concurso que desafiaba las mentes y despertaba la pasión por el aprendizaje.


EL GRAN PREMIO DE LOS 64,000 CENTAVITOS: UN ESCENARIO PARA EL CAMBIO


Con el apoyo de las religiosas del colegio y la entusiasta colaboración del Padre Arturo Kageyama, maestro de ceremonias y profesor de física, nació "El Gran Premio de los 64,000 Centavitos".  El concurso, fiel al formato televisivo,  presentaba a las alumnas preguntas desafiantes sobre temas elegidos por ellas mismas, con un premio que se duplicaba cada semana.

Las reglas eran simples, la concursante seleccionaba un tema y debería de enfrentar 5 rondas de preguntas, con dificultad creciente, y un premio que se duplicaba cada semana: 4,000, 8,000, 16,000, 32,000... ¡y los gloriosos 64,000 centavitos!


El cambio fue radical. Alumnas que antes que antes se mostraban tímidas y con bajo rendimiento, ahora se lanzaban con entusiasmo. Estudiaban con fervor, colaboraban entre ellas, ¡y hasta organizaban sesiones de estudio fuera de clase! preparándose con dedicación y  demostrando  una  concentración  y  un  nivel  de  conocimiento  sorprendentes.  El  colegio  se  convirtió  en  un  escenario  donde  las  jóvenes  no  solo  respondían  preguntas,  sino  que  también  descubrían  sus  capacidades  y  superaban  sus  propias  expectativas.


El día del concurso, el aula vibraba con la energía de un estadio. Las preguntas desafiantes, la tensión en cada respuesta, el apoyo entre compañeras... ¡y la alegría explosiva con cada acierto!

Los resultados superaron mis expectativas. La mayoría ¡ganó el Gran Premio! Otras, aunque no llegaron al final, se llevaron la satisfacción de haber superado sus propios límites.


MÁS ALLÁ DEL PREMIO: EL PODER DEL EMPODERAMIENTO

¿Qué pasó allí? ¿Magia? No, algo mucho más poderoso: el desbloqueo del potencial.


Sin darme cuenta, había creado las condiciones para que mis alumnas, se motivaran a través del juego y la competencia, aspectos inherentes al ser humano, despertando así su interés y el deseo de auto superarse. Lograron cambiar sus creencias tales como "No soy buena en el estudio" transformándolas en "¡Puedo lograrlo!". La experiencia del éxito les mostró de lo que eran capaces, no solo memorizando un tema, sino aplicando sus conocimientos en un contexto real, con emoción y presión, ¡como en la vida misma!


"El Gran Premio de los 64,000 Centavitos" fue mucho más que un simple concurso.  Fue una experiencia transformadora que despertó la confianza y la autoestima de las alumnas.  Al  desafiarlas  intelectualmente  y  brindarles  un  espacio  para  demostrar  sus  habilidades,  el  concurso  actuó  como  un  catalizador  del  empoderamiento  personal.  Las  jóvenes  descubrieron  que  eran  capaces  de  lograr  cosas  extraordinarias,  y  esa  revelación  se  tradujo  en  un  mejor  desempeño  académico  y  una  actitud  más  positiva  hacia  el  aprendizaje y eso, amigos míos, es la mayor recompensa que un profesor puede recibir.

 

EL GRAN PREMIO DE LOS 313,000 CENTAVITOS: LA EVOLUCIÓN DEL DESAFÍO


El éxito del primer concurso inspiró una segunda edición aún más ambiciosa: "El Gran Premio de los 313,000 Centavitos", basado en el programa de televisión "Las 13 preguntas del 13", también hábilmente conducido en 1979 por Pedro Ferriz Santa Cruz desde el Teatro Xola y con el apoyo de Margarita López Portillo y Canal 13. 


Con la dirección de la Madre Lidia María, la participación de Javier Contreras como maestro de ceremonias y la ambientación musical a cargo de la talentosa Mónica Tame Said, el concurso se transformó en un verdadero espectáculo.

El patio techado del colegio se convirtió en un estudio de televisión, con iluminación especial y música de fondo que creaba una atmósfera de emoción y suspenso. 


Alejandra Tame Said con "Las Cruzadas",  Gisell con "William Shakespeare" y Elizabeth Meneses con "Las Abejas", son solo algunos de los nombres que brillaron en esta segunda edición, demostrando un profundo conocimiento de sus temas y una gran capacidad para responder bajo presión.


El "Gran Premio de los 313,000 Centavitos" trascendió las paredes del colegio.  La  innovadora  iniciativa  llamó  la  atención  de  altos  ejecutivos  de  Canal  11  del  Instituto  Politécnico  Nacional,  quienes  visitaron  el  colegio  para  presenciar  el  concurso  y  expresar  su  admiración  por  el  proyecto.


LECCIONES APRENDIDAS: EL PODER DE LA MOTIVACIÓN Y EL APRENDIZAJE


La experiencia de "El Gran Premio" en el Colegio Guadalupe Insurgentes nos deja valiosas lecciones sobre el poder de la motivación y el aprendizaje experiencial.  Nos  enseña  que,  cuando  los  estudiantes  se  sienten  motivados  y  desafiados,  son  capaces  de  superar  sus  propias  limitaciones  y  alcanzar  niveles  de  conocimiento  insospechados.


El "Gran Premio" fue  un testimonio de la creatividad y la pasión por la enseñanza.  Una  historia  inspiradora  que  nos  recuerda  que  la  educación  puede  ser  un  motor  de  cambio,  capaz  de  despertar  el  potencial  de  cada  estudiante  y  abrirle  las  puertas  a  un  futuro  lleno  de  posibilidades.

 

Más allá de las matemáticas, a mis alumnas les proporcioné herramientas para la vida: 

 Confianza en sí mismas, ya que descubrieron su capacidad de superar retos y alcanzar metas.


Resiliencia, aprendieron a levantarse de los errores y seguir adelante.


Trabajo en equipo, se apoyaron mutuamente, celebraron juntas los éxitos y aprendieron del conocimiento compartido.

 


¿Y tú querido lector? ¿Cómo puedes aplicar esto en tu vida?

Te doy unos sencillos consejos:

  • Identifica tus "telarañas mentales" ¿Qué creencias te limitan?

  • Busca tu "Gran Premio" ¿Qué te motiva realmente?

  • Crea tu propio desafío Sal de tu zona de confort y ponte a prueba.

  • Celebra tus logros Reconoce tu progreso y siéntete orgulloso de ti mismo.

Recuerda, todos tenemos un genio interior esperando ser despertado. ¡Atrévete a desbloquear tu potencial!

EPÍLOGO: UN LEGADO QUE TRASCIENDE AL TIEMPO


Aquellos años en el Colegio Guadalupe Insurgentes dejaron una huella imborrable en mi memoria. Más allá de las fórmulas matemáticas y los teoremas, descubrí el poder transformador del empoderamiento y la magia de una conexión genuina entre mentor y alumnas. En esas aulas, no solo compartí mi pasión por las matemáticas, sino que también aprendí valiosas lecciones de vida de esas jóvenes brillantes y llenas de potencial.

Hoy, 45 años después, recuerdo con cariño y nostalgia a cada una de ellas quienes se atrevieron a desafiar sus límites, a romper con las creencias limitantes y a brillar con luz propia en "El Gran Premio de los $64,000 centavitos" y "El Gran Premio de los $313,000 centavitos".

Dondequiera que se encuentren, espero que la vida las haya colmado de abundancia, en todos los sentidos. Que hayan alcanzado sus sueños, que sigan aprendiendo y creciendo, y que atesoren en sus corazones la experiencia vivida en aquellos concursos que, sin duda, marcaron un antes y un después en sus vidas.

A Ustedes, queridas alumnas, les agradezco por haber sido mis maestras, por haberme enseñado el verdadero significado del empoderamiento y por haberme inspirado a seguir creyendo en el poder transformador de la educación.


Con gratitud y afecto,

Juan Carlos Erdozáin Rivera

Su profesor de matemáticas.



 

91 visualizaciones5 comentarios

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5 Comments


Guest
Nov 22

Maravillosa experiencia!. Ejemplo a seguir.

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Guest
Nov 23
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Muchas gracias por darte el tiempo para comentar.

Saludos

Juan Carlos Erdozain

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Guest
Nov 17

Qué maravillosa experiencia para todos los que formaron parte de ella.

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Guest
Nov 23
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Muy amable por tu comentario.

Saludos

Juan Carlos Erdozain

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