"El faro, erguido y luminoso en la costa, representa nuestra misión de vida. Es la luz guía que nos orienta en medio de la oscuridad y nos muestra el camino a seguir. Al igual que un faro emite un haz de luz constante, nuestra misión de vida nos proporciona un sentido de propósito y dirección, iluminando nuestro camino incluso en los momentos más difíciles"
LA MISIÓN DE VIDA
"Los grandes exploradores desde el siglo XV, han compartido la búsqueda de respuestas a las preguntas fundamentales de la existencia humana: ¿de dónde venimos?, ¿qué hacemos aquí?, ¿hacia dónde vamos?"
La vida es como un vasto y misterioso mar, lleno de olas impredecibles, corrientes cambiantes y profundidades insondables. En este mar, cada uno de nosotros es un barco, navegando en busca de su propio destino.
El barco: Representa nuestro ser, nuestra individualidad. Cada barco es único, con su propio diseño, fortalezas y debilidades. Algunos barcos son grandes y robustos, capaces de resistir las tormentas más feroces, mientras que otros son más pequeños y ágiles, capaces de navegar por aguas poco profundas y descubrir rincones ocultos.
El mar: Simboliza el mundo que nos rodea, con todas sus oportunidades y desafíos. El mar puede ser tranquilo y sereno un día, y al siguiente estar agitado y peligroso. Representa la incertidumbre y la imprevisibilidad de la vida, donde nunca sabemos qué nos espera a la vuelta de la esquina.
El faro: Es nuestra guía, nuestra fuente de luz y esperanza en la oscuridad. Puede ser una persona, una creencia, un valor o un sueño que nos ilumina el camino y nos da dirección cuando nos sentimos perdidos. El faro nos recuerda que no estamos solos en este viaje y que siempre hay algo que nos impulsa hacia adelante.
La brújula: Es nuestra brújula moral, nuestros principios y valores que nos ayudan a tomar decisiones y mantener el rumbo correcto. La brújula nos permite distinguir el norte del sur, el bien del mal, lo que es importante de lo que no lo es. Nos ayuda a mantenernos fieles a nosotros mismos y a nuestro propósito, incluso cuando las aguas se vuelven turbulentas.
Así como un barco necesita un faro para guiarlo, una brújula para orientarlo y un mar para navegar, nosotros necesitamos una guía, unos principios y un mundo para vivir nuestra vida. La vida es un viaje lleno de aventuras, desafíos y descubrimientos. Al igual que un barco en el mar, debemos aprender a navegar por las aguas de la vida con valentía, sabiduría y esperanza, siempre en busca de nuestro propio faro y guiados por nuestra brújula interior.
INICIA MI EXPERIENCIA
Hace algunos años, tuve el privilegio de ser invitado por el vicepresidente de Crayola Internacional a una serie de reuniones estratégicas en Frankfurt y Nuremberg.
El objetivo era analizar y definir el futuro de la empresa en los mercados europeos, asiáticos y latinoamericanos, con especial énfasis en las industrias de productos de papelería y juguetería.
En aquel momento, Simon Thorpe, recién nombrado vicepresidente internacional, buscaba transformar el modelo de negocio de Crayola, que consideraba obsoleto y disfuncional. Su propuesta de un nuevo enfoque empresarial captó la atención de todos los ejecutivos presentes en la reunión. Estábamos expectantes ante la nueva dirección estratégica de Crayola Internacional, que prometía innovadores objetivos y un fuerte énfasis en la alineación de toda la organización.
Aquellas interesantes reuniones fueron lideradas por Simon Thorpe, en su rol de vicepresidente internacional; en ese momento yo era el vicepresidente para Latinoamérica de Crayola.
Tras participar en dichas reuniones y visitar la Messe Frankfurt, una de las exposiciones de productos de papelería más grandes del mundo, nos dirigimos a Núremberg.
Allí, asistimos a dos reuniones internacionales adicionales y visitamos la prestigiosa Feria del Juguete de Núremberg.
👀"Messe Frankfurt", (https://www.messefrankfurt.com/frankfurt/en.html)
👀 "Feria del Juguete de Nuremberg", https://www.feriasinfo.es/Feria-del-Juguete-M3217/Nremberg.html.
Siempre estaré agradecido con mi buen amigo Eric David, entonces CEO de Crayola Francia, por su amable gesto de llevarme en su propio automóvil de Frankfurt a Nuremberg.
Nuremberg, sin duda, posee un aura más mística, espiritual y medieval que Frankfurt. Su casco antiguo, magníficamente conservado, exhibe murallas medievales, iglesias góticas y pintorescas casas con entramado de madera. En contraste, Frankfurt es una metrópolis moderna, dominada por rascacielos y reconocida como un importante centro financiero. Aunque cuenta con algunos edificios históricos, carece del encanto medieval que caracteriza a Nuremberg.
En nuestra última noche en Nuremberg, todos los ejecutivos fuimos invitados a un restaurante excepcional, que yo describiría como místico. Sus rincones parecían albergar siglos de historia medieval, creando una atmósfera única e inolvidable.
Tras la cena, cada uno de nosotros fue llevado a su respectivo hotel. Sin embargo, yo decidí quedarme en la ciudad "Vieja" (amurallada) para sumergirme en la magia de Nuremberg, la "Ciudad Mística".
Caminé unas cuantas calles y, a lo lejos, vi abierta una tienda de libros y discos llamada "Inkarnation". Debo confesar, estimado lector, que, si tengo alguna adicción, es la de los libros y la música antigua, así que me dirigí de inmediato a dicha librería.
Antes de continuar relatando mi "Experiencia Mística" en Nuremberg, permítanme aclarar el significado de "Inkarnation". Este término no existe en español ni en inglés. Es probable que se refiera a "encarnación" o "reencarnación", conceptos relacionados, pero con significados distintos:
Encarnación: en el cristianismo, se refiere específicamente a la creencia de que Jesucristo fue Dios hecho hombre, es decir, la encarnación de Dios en un cuerpo humano. En un sentido más amplio, la encarnación puede referirse a la manifestación de un espíritu o idea en forma física.
Reencarnación: es la creencia de que el alma, espíritu o esencia individual de una persona renace en un nuevo cuerpo después de la muerte. Esta creencia es común en varias religiones y filosofías, especialmente en tradiciones orientales como el hinduismo, el budismo y el jainismo. La reencarnación a menudo se asocia con el concepto de karma, la idea de que las acciones de una vida pasada influyen en las circunstancias de la vida presente.
En este contexto, "Inkarnation" podría aludir a la idea de que los libros y la música antigua son una forma de encarnación o reencarnación del conocimiento y la creatividad humana.
¿Verdad o Mentira? no lo sé, ni nadie sabe si es posible la encarnación o la reencarnación, la única realidad es que así se llamaba la librería, que, dicho sea de paso, desapareció y quedó en el olvido, excepto para mí, que al paso de los años sigue vigente en mi mente por la música que compré (Inkarnation), los libros que ahí adquirí y las extrañas coincidencias que ahí viví.
Eran las 8 de la noche y yo cruzaba el umbral de la tienda "Inkarnation", mientras Simon y los demás ejecutivos de Crayola, que habían asistido a la reunión internacional, probablemente veían la televisión alemana, dormían o disfrutaban de una cerveza alemana. Curiosamente, con el tiempo, Simon Thorpe dejó de vender productos Crayola y dedicó gran parte de su vida a la industria cervecera, llegando a ser CEO de importantes empresas. Así que es muy posible que estuviera en algún bar, degustando diferentes tipos de cerveza.
UNA EXPERIENCIA PARA RECORDAR
Una vez dentro de la tienda de libros antiguos (Inkarnation), me recibió un hombre de edad avanzada que se presentó como Horst Matthai. Se me erizó la piel, ya que así se llamaba mi profesor de lógica y filosofía en la preparatoria, un hombre sumamente culto y sabio.
Con gran amabilidad, Horst se acercó y me preguntó si podía ayudarme en algo. Le respondí que un buen amigo, CEO de Crayola Australia, conocedor de mi interés por los temas místicos y extraños, me había recomendado una novela titulada "La Profecía Celestina" y le pregunté si la tenía.
Sin dudarlo un instante, Horst me comentó que no era un libro fácil de conseguir debido a su extraño contenido y planteamiento.
Intrigado, le pregunté: "¿A qué se refiere, Horst?". Él, sin vacilar, me respondió:
"Pues bien, amigo mío, esta es su noche de suerte y siento que debo sincerarme con usted". En el libro "La Profecía Celestina" de James Redfield, se menciona que los grandes exploradores y buscadores espirituales, desde el siglo XV y a lo largo de la historia, han compartido la búsqueda de respuestas a las preguntas fundamentales de la existencia humana: ¿de dónde venimos?, ¿qué hacemos aquí?, ¿hacia dónde vamos?".
¿De dónde venimos? Esta pregunta se refiere a nuestros orígenes, tanto a nivel individual como a nivel de la especie humana. Buscamos comprender nuestras raíces y la fuente de nuestra existencia.
¿Qué hacemos aquí? Esta pregunta se centra en el propósito de nuestra vida. Buscamos descubrir cuál es nuestra misión en este mundo y qué podemos aportar durante nuestro tiempo aquí.
¿Hacia dónde vamos?
Esta pregunta se refiere a nuestro destino final, tanto a nivel individual como a nivel de la humanidad. Buscamos comprender qué sucede después de la muerte y cuál es el futuro de nuestra especie.
Horst agregó: En "La Profecía Celestina", estas preguntas se presentan como parte de un despertar espiritual que la humanidad está experimentando. La búsqueda de respuestas a estas preguntas se considera clave para alcanzar una mayor conciencia y comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
En ese momento interrumpí a Horst y le pregunté que si los mencionados exploradores del siglo XV habían encontrado respuesta a las tres preguntas; él me contestó que no, pero que a cambio hicieron grandes descubrimientos que ayudaron a mejorar la calidad de vidas de los humanos y al progreso de la Filosofía, entendiendo a esta como una forma de interpretar la vida: Estas preguntas son centrales en la filosofía y la religión. No hay una respuesta única, pero aquí mi amigo te doy hay algunas perspectivas:
Existencialismo: La vida no tiene un sentido inherente, lo creamos a través de nuestras elecciones y acciones.
Religiones: Muchas religiones ofrecen respuestas basadas en la fe y la creencia en un poder superior.
Humanismo: El sentido de la vida está en la búsqueda de la felicidad y el bienestar propios y de los demás.
La respuesta a estas preguntas, agregó Horst, es personal y puede cambiar a lo largo de la vida. Reflexionar sobre ellas puede ayudarte a encontrar tu propio camino.
Con mirada penetrante, Horst me miró y agregó: estas tres perspectivas es muy posible que te generen un "Vacío Existencial"...¿Vacío Existencial? le interrogué y él me contestó: El vacío existencial es una experiencia común, pero no tiene por qué ser permanente. Aquí hay algunas estrategias que te pueden ayudar a erradicar dicha sensación:
Conexión: Cultiva relaciones significativas con amigos, familiares y comunidad.
Propósito: Encuentra actividades que te apasionen y te den un sentido de propósito.
Gratitud: Practica la gratitud por las cosas buenas en tu vida.
Mindfulness: Aprende a estar presente en el momento y aceptar tus emociones.
Recuerda, no estás solo en esto. Muchas personas experimentan vacío existencial en algún momento de sus vidas. Con apoyo y esfuerzo, puedes encontrar un camino hacia una vida más plena y significativa.
Horst mirándome fijamente me dijo que el vacío existencial puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y la autoexploración. No tengas miedo de probar diferentes enfoques hasta que encuentres lo que funciona para ti.
Fue entonces que me quedó claro que estos desafíos de vida planteados en la "Profecía Celestina" y la sabiduría de Horst, me conducen entre otras, a las siguientes estrategias de vida:
Creatividad: Expresa tus emociones y pensamientos a través del arte, la música o la escritura.
Naturaleza: Conecta con el mundo natural, ya sea a través de caminatas, jardinería o simplemente observando la belleza a tu alrededor.
Espiritualidad: Si te sientes inclinado, explora prácticas espirituales como la meditación, la oración o la asistencia a servicios religiosos.
Aprendizaje: Aprende algo nuevo, ya sea un idioma, una habilidad o un tema que te interese.
Servicio: Ayuda a los demás a través del voluntariado o actos de bondad al azar.
De pronto y asociando ideas con todo lo que Horst me decía, me vino a la mente Baruch Spinoza, quien fue un filósofo neerlandés de origen sefardí, nacido en Ámsterdam en 1632. Es considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con Descartes y Leibniz.
Spinoza es conocido por su obra maestra, "Ética", donde presenta un sistema filosófico completo que abarca la metafísica, la epistemología, la psicología, la ética y la política.
Spinoza fue una figura controvertida en su época debido a sus ideas poco convencionales sobre Dios y la religión. Fue excomulgado de la comunidad judía de Ámsterdam y sus obras fueron prohibidas por la Iglesia Católica. Sin embargo, su pensamiento ha tenido una gran influencia en la filosofía occidental y sigue siendo objeto de estudio y debate en la actualidad.
👀 Dar clic en la imagen de abajo para ver el videoclip sobre Baruch Spinoza y su revolucionaro pensamiento
Y fue así como me aventuré a decirle a Horst: Todo lo que me has dicho sobre la Pofecía Celestina es una serie de ideas novelizadas, para darle una explicación en sentido figurado a planteamientos muy complejos como ¿de dónde venimos? ¿qué hacemos aquí? y ¿adónde vamos? mezcladas con tus propias ideas que sin duda has validado a lo largo de tu vida, sin embargo, ¿todo esto cuadra con lo dicho por pensadores de la talla de Baruch Spinoza?
Y fue así como a manera de conclusión a nuestra conversación, que Horst me dijo:
Sentido de la vida: Spinoza no creía en un Dios personal que otorga un propósito externo a la vida. Para él, el sentido de la vida reside en comprender la naturaleza y nuestro lugar en ella. Esto implica conocer las leyes que rigen el universo y vivir en armonía con ellas.
Vacío existencial: Spinoza diría que el vacío existencial surge de una comprensión inadecuada de la realidad. Al conocer la naturaleza y nuestra conexión con ella, podemos superar este vacío y encontrar satisfacción en la búsqueda del conocimiento y la virtud.
Dios: Para Spinoza, Dios no es una entidad separada del mundo, sino la propia naturaleza. Dios o la Naturaleza es una sustancia infinita y eterna de la que todas las cosas son modos o expresiones.
Muerte e identidad: Spinoza creía que la mente y el cuerpo son dos aspectos de la misma sustancia. Al morir el cuerpo, la mente también deja de existir como entidad individual. Sin embargo, nuestra esencia, como parte de la naturaleza infinita, continúa existiendo de alguna manera.
Libertad y ética: Spinoza defendía que la verdadera libertad consiste en actuar de acuerdo con nuestra naturaleza racional y comprender las causas de nuestras acciones. Esto implica vivir una vida ética, basada en la razón y la virtud, y no en las pasiones y los deseos irracionales.
En resumen, Spinoza ofrecería una perspectiva racionalista y naturalista sobre las cuestiones existenciales. Nos invitaría a buscar el sentido de la vida en la comprensión de la naturaleza y a vivir una vida ética basada en la razón y la virtud.
Eran cerca de las 10 de la noche y habían pasado dos horas de charla y aprendizaje con Horst como si fueran un suspiro.
Antes de despedirme de mi buen amigo Horst, seleccioné varios libros y un CD que él me recomendó intitulado precisamente "Inkarnation".
Esta interesante experiencia en el año 2001 me permitió ver que más allá de lograr una buena carrera profesional, debemos de focalizar nuestra atención en nuestra auto realización, y para esto es indispensable saber cuál es nuestro verdadero objetivo de vida en donde podemos hacer florecer el "Jardín de nuestra Alma" y es por esto por lo que me permito compartir con ustedes una de las melodías del CD que le compre a Horst intitulada "Garden of my Soul" que invita a la meditación y reflexión.
EL JARDÍN DE MI ALMA
En la sinfonía de luz, despierto, tras largo letargo en la ilusión mundana.
La ciudad materialista, su bullicio, empresarios y distracciones, ya no me atan.
En el jardín de mi alma, ahora contemplo flores que brotan, vibrantes, en danza.
La vida, un baile que guía mis pasos hacia el hogar de la dicha que me alcanza.
Hogar, jardín del alma florecida, donde el perfume de mil flores me embriaga.
En este edén interior encuentro paz, refugio eterno que mi ser mitiga.
Jardín del alma, floreciente oasis, en ti encuentro la belleza que me salva.
Hogar, jardín del alma, mi santuario, donde el amor y la alegría se elevan.
Con mis mejores deseos,
Juan Carlos Erdozáin Rivera
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