“Los Analfabetos del siglo XXI no son aquellos que no saben leer y escribir, son aquellos que no saben aprender, desaprender y volver a aprender" / Alvin Toffler
ENTRE EL MENTORING Y EL COACHING
El mentoring y el coaching son procesos de desarrollo personal y profesional, sin embargo, debemos de tomar en cuenta que su enfoque varía veamos:
El Mentoring, considera una relación entre dos personas, en donde el mentor (con más experiencia), comparte sus conocimientos, experiencia, consejos y perspectiva diferente para guiar al mentee (o mentorizado) en su desarrollo profesional y personal.
El Objetivo es ayudar al mentee a crecer profesionalmente, a través de la experiencia y guía del mentor e implica un proceso de largo plazo que dura meses o incluso años.
El mentoring puede ser de un ejecutivo experimentado que guía a un joven profesional hasta un profesor que asesora a un estudiante.
El Coaching, por otra parte, es un proceso que ayuda a las personas a alcanzar sus metas personales o profesionales a través del autodescubrimiento, la exploración de opciones y la toma de decisiones.
El Objetivo es ayudar al coachee (cliente) a definir y alcanzar metas específicas, superar obstáculos y mejorar su desempeño. Se centra en el presente y el futuro.
Implica preguntas poderosas para guiar al coachee en un proceso de reflexión y autoconocimiento. No da consejos ni comparte sus experiencias.
Generalmente es un proceso más corto y enfocado en objetivos específicos.
Un coach, por ejemplo, ayuda a un atleta a mejorar su rendimiento, o un coach puede ayudar a un emprendedor a desarrollar su negocio.
ARREGLANDO A LAS PERSONAS SE ARREGLA EL MUNDO
En las empresas y organizaciones, es fundamental tener en mente el siguiente principio: “Si Quieres arreglar al Mundo, Primero arregla a las Personas”, en otras palabras, si quieres arreglar tu empresa u organización, primero arregla a las personas, es decir capacítalas y empodéralas.
Creélo o no estimado lector, muchas empresas prácticamente hacen muy poco para la capacitación y desarrollo de sus colaboradores.
Hay que recordar que uno de los ingredientes para garantizar el presente de una empresa u organización es el empoderamiento:
"Las organizaciones que implementan el empoderamiento logran un mayor compromiso y motivación de los colaboradores, incrementando así la productividad y la eficiencia, la calidad del servicio dado, la capacidad de innovación, adaptación al cambio y la creación de un ambiente laboral más positivo y colaborativo"
Una forma de empoderar a los colaboradores es explicándoles que el cambiar es a veces muy difícil, porque la realidad es que ¡NO SABEMOS COMO CAMBIAR! y no sabemos porque no tenemos idea de lo que es el cambio y sus implicaciones:
LA TRIADA CREENCIA ➡️ ACTITUD ➡️ COMPORTAMIENTO
La triada Creencia ➡️ Actitud ➡️ Comportamiento, es un modelo fundamental en psicología social que describe la interrelación entre estos tres componentes de la psique humana. Explica cómo nuestras creencias influyen en nuestras actitudes, y cómo estas, a su vez, moldean nuestro comportamiento.
1. Las Creencias, son ideas o pensamientos que consideramos verdaderos sobre el mundo, las personas o nosotros mismos y que se basan en nuestras experiencias, aprendizajes, valores y cultura actuando como filtros a través de los cuales interpretamos la realidad (Paradigmas).
Por ejemplo: "Creo que el ejercicio físico es importante para la salud".
"Creo en una deidad me salvará"
2. Las Actitudes, son predisposiciones aprendidas a responder de manera favorable o desfavorable hacia un objeto, persona, situación o idea. Tienen un componente cognitivo (creencias), afectivo (emociones) y conductual (intenciones). Influyen en cómo percibimos y evaluamos el mundo que nos rodea.
Por ejemplo: "Tengo una actitud positiva hacia el ejercicio físico".
"Tengo una actitud de respeto ante los templos budistas"
3. El Comportamiento, son las acciones o respuestas observables que realizamos las cuales están influenciados por nuestras creencias y actitudes, pero también por factores situacionales y sociales.
Por ejemplo: "Hago ejercicio físico regularmente".
"Pongo veladoras ante la imagen de Buda y me pongo a orar"
Nuestras creencias sobre el ejercicio físico (que es saludable, que nos da energía, etc.) influyen en nuestra actitud hacia él (positiva, motivadora). Esta actitud positiva, a su vez, aumenta la probabilidad de que adoptemos un comportamiento acorde (practicar ejercicio con regularidad).
Suena sencillo peor la relación entre estos tres componentes no siempre es lineal o directa ya que veces, nuestro comportamiento puede influir en nuestras actitudes y creencias (disonancia cognitiva).
Caso Práctico:
Creencia: "Fumar es perjudicial para la salud".
Actitud: "Tengo una actitud negativa hacia el tabaco".
Comportamiento: A pesar de la creencia y la actitud negativa, la persona puede seguir fumando debido a la presión social o la adicción.
La triada Creencia ➡️ Actitud ➡️ Comportamiento nos ayuda a comprender cómo se relacionan estos tres componentes y cómo influyen en nuestras decisiones y acciones.
Es posible cambiar una Creencia para cambiar un Comportamiento.
Es posible cambiando un comportamiento cambiar una Creencia.
La mencionada Triada es una herramienta útil para analizar nuestras propias conductas y las de los demás, así como para diseñar estrategias de cambio de comportamiento y comprender la razón de porque nos cuesta trabajo cambiar: Disonancia Cognitiva.
LA DISONANCIA COGNITIVA
Cuando nuestras creencias chocan con la realidad, nuestro cerebro tiende a tranquilizarnos a través de lo que se conoce como la coherencia interna. Esto significa que nos cerramos a validar lo que creemos a través de la información o el conocimiento que tenemos, negándonos así a abrir nuestra mente a otras posibilidades
Abrir nuestra mente a otras ideas, genera un “choque interno” difícil de admitir, por lo que el cerebro “se refugia” en lo que sabemos o creemos. Para evitar dicho choque nos cerramos a otras ideas y tendemos a gravitar hacia información que confirme nuestras ideas preconcebidas. Es como si nuestro cerebro construyera un filtro que deja pasar solo aquello que encaja en nuestro rompecabezas mental.
Cuando nos topamos con información que contradice nuestra forma de pensar (nuestras creencias), esto nos genera una sensación de incomodidad, tensión y conflicto interno, por lo que de inmediato el cerebro, busca armonizar las dos ideas que son incompatibles.
Por ejemplo, cuando en la universidad aprendimos y tenemos arraigado que la Mezcla de Marketing son las famosas cuatro P’s (precio, producto, plaza y promoción) y de pronto, un profesor nos dice que no son P’s y que son estrategias, tales como Precio, Producto, Distribución (cadena de suministro) y Mezcla de Comunicación de Marketing (MCM) y que esta última está formada por, Promoción, Publicidad, Ventas Directas, Marketing Directo, Marketing Digital y Relaciones Públicas, estos dos conceptos parecidos pero diferentes, nos generan disonancia cognitiva y de inmediato, el cerebro para conciliar este conflicto interno, nos cierra al nuevo concepto y hace que nos refugiemos en los conocimiento previos que teníamos: ¿RESISTENCIA AL CAMBIO?
Para resolver la DISONANCIA COGNITIVA, la solución no está en respuestas simplistas o justificaciones que “tratan de tapar el sol con un dedo”, para esto se necesita un análisis más profundo, que permita conciliar esa contradicción y para esto a continuación hay algunas recomendaciones:
1. Cambiar la creencia, evaluando las evidencias a través de un análisis crítico de la información y preguntándonos si la fuente de información es confiable, si hay datos que la respalden y si hay otras alternativas por evaluar.
La flexibilidad mental también es de gran ayuda, y para esto hay que acostumbrarnos a cultivar la apertura al cambio, reconociendo que las creencias que tenemos no son inamovibles y que las podemos modificar a la luz de nueva información y conocimientos.
Es fundamental saber aprender de los errores, teniendo conciencia que todos podemos equivocarnos. Aceptar la posibilidad de error abre la puerta a la revisión de nuestras creencias.
2. Cambiar el comportamiento, esto implica crear una coherencia entre acciones y creencias, es decir, si una creencia nos genera conflicto, debemos preguntarnos si nuestras acciones la reflejan. Si no es así, modifica tu comportamiento para alinearlo con tus valores.
Es fundamental la responsabilidad personal de nuestras acciones y decisiones. No debemos de escudarnos en justificaciones para evitar el cambio.
Debemos establecer un compromiso con el cambio, estableciendo metas concretas y un plan de acción para modificar nuestro comportamiento.
EJEMPLO PRÁCTICO:
Imagina que crees firmemente en la importancia de una alimentación saludable, pero tu dieta que estás siguiendo se basa en comida rápida. Esta contradicción genera disonancia cognitiva.
¿Cómo resolverla?
Cambiando tu creencia, convenciéndote que la comida rápida no es tan perjudicial lo cual es una justificación poco saludable.
Cambiando tu comportamiento, modificando tu dieta para que de esta manera incluyas alimentos más nutritivos, la cual es una opción más saludable.
El cambio no siempre es fácil ya que requiere esfuerzo, autocrítica y honestidad con uno mismo, sin embargo, la recompensa es una mayor coherencia interna, una mente más abierta y una mejor adaptación a la realidad.
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